¿Las tareas domésticas afectan a nuestras relaciones?

¿Qué hace que una relación duradera funcione? ¿Es el amor? ¿La empatía? ¿El trabajo en equipo? Todos son correctos, y todos están involucrados en las tareas domésticas. Las tareas rutinarias de limpieza nunca se comparan con llevar a su ser querido a una escapada romántica. Sin embargo, la forma en que las compartimos en una relación muestra una forma en que mostramos compasión y camaradería hacia el otro.

Mis abuelos acaban de celebrar su 60 aniversario de boda. Este es un hito que muy pocas parejas tienen la oportunidad de celebrar. Observando la forma en que se tratan el uno al otro sé que una parte de su relación exitosa es su disposición a sacrificarse por el otro. 

El trabajo pesado de la limpieza del hogar es común en cualquier familia y en la mayoría de los casos está desequilibrado entre hombres y mujeres. En el artículo de Stephen Marche "The Case for Filth" en The New York Times, dice: "Las mujeres constituyen hoy en día el 40 por ciento del único o principal sostén económico de las familias con hijos menores de 18 años, una proporción que se ha cuadruplicado desde 1960. Y sin embargo, en Estados Unidos, así como en varios otros países del mundo desarrollado, la inversión del tiempo de los hombres en las tareas domésticas no se ha alterado significativamente en casi 30 años" (2013).

A diferencia de las tareas domésticas, las tareas como la cocina y la crianza de los niños (ambas hasta hace poco consideradas como un trabajo de mujeres) se han vinculado distintivamente a la "masculinidad". Vemos a los hombres asumir más responsabilidades en la dinámica familiar. Los derechos del padre son respetados y valorados. Los hombres que saben cocinar son admirados y apreciados. Las actitudes hacia las tareas domésticas no han experimentado la misma evolución.

Tampoco hay una definición acordada de las tareas domésticas. El concepto ha sido debatido durante décadas, y tratar de ponerle una etiqueta a las tareas puede ser extremadamente complicado. La pregunta de "¿qué considera la gente como una tarea?" puede variar dependiendo de la nacionalidad, la religión y especialmente del género. El artículo de Marche profundiza en la situación actual de las tareas domésticas y cómo nuestros roles como hombre, mujer, ser querido, niño o padre siempre han sido enrevesados. Para leer el artículo completo, visite El caso de la limpieza